Trastornos del sueño

La vida moderna ha generado de manera importante cambios en el sueño. En la actualidad el tiempo dedicado a éste ha disminuido drásticamente, no solo en cantidad, sino también en calidad, afectando de manera relevante en todos los grupos de edad, en especial en población joven. 

Como ya hemos mencionado en otros artículos el sueño juega un papel muy importante para el óptimo funcionamiento físico y mental del ser humano, pero hoy hablaremos de las consecuencias que una mala calidad del sueño puede tener sobre la salud.

Los trastornos del sueño según la ASDC (Asociación Americana de los Trastornos del Sueño) son afecciones que provocan cambios en la forma de dormir y estos pueden afectar tu salud y calidad de vida.  A continuación te hablaremos de los tipos más comunes de trastorno de sueño:

Disiomnias: Incluyen aquellos trastornos para iniciar o mantener el sueño normal, como lo es el insomnio. A su vez estos trastornos suelen dividirse en: 1) intrínsecos es decir, que son originados o desarrollados dentro del cuerpo de la persona 2) extrínsecos, en donde la causa de la alteración de sueño es externa es decir del ambiente y 3) los trastornos del ritmo circadiano.

El insomnio es uno de los trastornos de sueño que se presentan comúnmente en la población mexicana, se estima que hasta el 80% de la población ha sufrido de insomnio transitorio al menos una vez en su vida. El insomnio se define como la dificultad para conciliar o mantener el sueño, acompañada de una sensación de sueño no reparador, a pesar de que las condiciones para el sueño son adecuadas, y que suele acompañarse de fatiga y somnolencia durante el día.

Son muchos los factores relacionados con este trastorno, entre las causas más comunes se encuentra el estrés, factor mayormente relacionado con el insomnio episódico; las causas de estrés pueden ser físicas, psicológicos, psicosociales o interpersonales. Se define como insomnio crónico cuando tiene una duración mayor a 3 meses y una frecuencia a más de 3 veces por semana, suele estar asociado a enfermedades crónicas y al tratamiento de estas.

Este trastorno puede generar además problemas conductuales como irritabilidad, ansiedad, hiperactividad, impulsividad o agresión; además suele tener un impacto importante sobre el estado de ánimo y es un factor de riesgo para el desarrollo de depresión a largo plazo. Existen diversos tratamientos para mejorar los síntomas ocasionados por este trastorno; En general suele dividirse en farmacológico y no farmacológico. El tratamiento no farmacológico de primera línea en aquella persona  con insomnio es el aplicar las medidas de higiene del sueño. Otros tipos de terapias incluyen: la terapia psicológica cognitivo-conductual, la terapia ocupacional, las técnicas de relajación, el ejercicio aeróbico regular, suplementos etc. Todas estas medidas están encaminadas a mejorar el estilo de vida de la persona y las situaciones emocionales por las cuales se presenta el problema.

Apnea del sueño: se caracteriza por episodios anormales en la respiración mientras estas dormido. Es decir que durante el sueño se presentan despertares breves, lo cual suele acompañarse de ronquidos fuertes y como consecuencia sueño excesivo durante el día. Este trastorno es más frecuente en hombres. Las personas con apnea de sueño suelen presentar somnolencia excesiva por la mañana, que puede acompañarse con dolor de cabeza, fatiga, boca y garganta seca, debilidad y problemas de concentración. La disminución del peso corporal, los cambios de posición al dormir y evitar el uso de sustancias como tabaco y alcohol, son medidas generales en su tratamiento. Cabe destacar que el tratamiento para este trastorno de sueño siempre debe ir acompañado del manejo de las enfermedades asociadas a este.

Narcolepsia: una afección caracterizada por somnolencia extrema durante el día con ataques de sueño incontrolables.

Síndrome de sueño insuficiente: es un  trastorno en el cual la persona de manera persistente no obtiene la cantidad y calidad suficiente de sueño nocturno para mantener un adecuado estado de alerta durante el día. Es decir, que no duerme lo suficiente. Es común durante la juventud en especial en adolescentes y adultos jóvenes, y aunque existen muchos factores asociados, este síndrome es la consecuencia de causas ambientales o más comúnmente restricciones voluntarias de la duración del sueño motivadas por diferentes factores.  Una conducta recurrente en este grupo de edad, y que también tiene que ver con la falta de sueño, es el incremento en el consumo de bebidas estimulantes: cafeína, tabaco y bebidas energéticas.

La frecuencia de los diferentes trastornos del sueño está en aumento en la población en general y resulta evidente que contribuye de manera muy importante el estilo de vida actual, en donde se sacrifican sin dudarlo las horas de sueño para tener más tiempo para realizar más actividades durante la noche. Las exigencias académicas, la utilización continua de los diferentes dispositivos electrónicos contribuye de manera importante a disminuir no solo la duración sino también la calidad de sueño.

La preocupación más importante es que los trastornos de sueño son factores de diferentes enfermedades crónicas, las cuales pueden afectar de manera muy importante la calidad de vida. En este sentido es relevante destacar que, en jóvenes, la mayor parte de los problemas de sueño son en realidad de origen externos, es decir, generados ambientalmente por malos hábitos o conductas durante el sueño.

La importancia que tiene la información y educación sobre este tema y sus consecuencias, resalta como una medida preventiva a largo plazo ya que permitirá disfrutar de una mejor calidad de vida.

Referencia:

Paul Carrillo-Mora, Karina Gabriela Barajas-Martínez, Itzel Sánchez-Vázquez, María Fernanda Rangel-Caballero (2018) Trastornos de sueño: ¿Qué son y cuáles son sus consecuencias?, Revista de la Facultad de medicina UNAM

Teresa Carro García, Ana Alfaro Acha, Inmaculada Boyano Sánchez, Trastornos de sueño, Tratado de geriatra